Eran la 12 de la noche de cualquier día de 1990, yo tenia 8 años y estaba recostado en el sofá amarillo de la sala con mi viejo, veíamos la TV y recuerdo con memoria fotográfica que mientras transmitían un comercial de la hoy finada mueblería K2, le pregunte por que los precios terminaban en .99 o .55 a lo que el me contesto: marketing….. es marketing -Término que comenzaba a estar de moda en aquella época – obviamente lo que prosiguió fue una cátedra de la materia y fue justo en ese momento, no tengo la menor duda, cuando mi sistema operativo -Que seguramente es Mac OS, por que Windows ¡nel!- adquirió la app que determinaría, de que diantres iba a jugar en esta vida.
Desde entonces mi única meta era influir y si bien el significado de marketing no es influir, yo había recibido ese mensaje, con los años tome la expresión como bandera y pasión, realizando las acciones de comunicación mas variadas que alguien se podría imaginar; eventos, politing, publicidad, relaciones publicas, multimedia, diseño, música, etc. Y como todo, algunas veces he acertado, otras he fallado, en algunas me han decepcionado y en otras yo he decepcionado, unas he innovado, otras descansé en los lugares mas comunes; aveces me han galardonado y otras desprestigiado con el látigo del desprecio. Pero siempre trabajando con pasión y gallardía.
Sabedor que los caminos incandescentes son nutridos por pusilánimes insurrectos, que no soportan la disciplina. -Los ve uno caer por montones para cumplir el ciclo; fósiles, petróleo y gasolina- Decidí hacerme buen amigo de la disciplina y la congruencia, pues el día que toque defender mi soberanía, serán excelentes compañeros en la batalla por la perpetuidad. Ya sea librando la pelea palmo a palmo o forjando las letras de mi lapida, quiero tener en el batallón a este par de versátiles soldados, -que igual son guerreros o peones- cuya conciencia sábe, que el uso del arado tiene que ser pujante y firme, esto no es para cobardes que quieran surcar sin riesgo. ¡COMUNICAR ES EXTREMO!
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